El gran placer, el gran logro de tu búsqueda de la Vía es la realización de zazen. Esta forma de sentarse, este lugar para sentarse en esta Tierra, este tiempo para sentarse, el siglo XX, todo conlleva muchos problemas. La vía de shikantaza está dando a luz a la semilla de Buda. No es una persona que se hace mejor persona, es la actualización de lo que somos.
Sentarse en shikantaza es muy incómodo al principio. Es bastante más apacible hundirse en un sofá suave y cálido y echarse un buen trago. Eso sí que es es paz, podemos decir. Pero para recuperar nuestra visión básica de cordura y claridad, para ver cómo todo realmente surge y desaparece momento tras momento tenemos que tomar esta postura sentada.
El despertar, el despertar continuo no es más que nuestra naturaleza primordial. Poner ese despertar en alguna forma de lo que denominamos “ser”, como un hombre o una mujer, explica lo que es shikantaza. Cuando saltas al mundo de Buda, te colocas en el centro de annuttara-samyaksambodhi. Ese es el verdadero significado de shikantaza, acción real. Shikantaza es inconmensurable, es impensable. Puedes emplear todo tu sistema de conocimiento, pero resulta imposible comprenderlo por completo.
Shikantaza suena muy fuerte. Shikan se entiende idéntico a zaza. Shikan significa “puro”, “uno”, “sólo para eso”. Ta es una palabra muy fuerte. Muestra la actividad del movimiento. Cuando golpeas, ese movimiento se llama ta, entonces “golpe” es ta. Za es lo mismo que en la palabra zazen, “sentado”. Shikantaza es en realidad suficiente para expresar el sentido completo, pero no lo suficiente hasta que lo experimentes.
Shikantaza es sentarse por si mismo. Podría decirse, sentarse absolutamente por sentarse, no por otra cosa.
Shinjin datsu raku es lo mismo que shikantaza. Shinjin es “cuerpo/mente”. Cuerpo/mente no es otra cosa que nuestra vida entera. No se puede ver de dos formas; cuerpo/mente es uno. Datsues “abstenerse” y “abandonar”. Cuando sueñas un sueño terrible y el sueño se corta, eso se llama datsu. Cuando te deshaces de ese sueño, eso también se llama datsu.
Cuando tienes una espada, la acción de sacar una espada de su funda se llama datsu. Entonces, datsu tiene un significado muy fuerte de liberación de algo. Otra forma de expresarlo es “haber conquistado algo que obstaculizaba tu existencia”, como apegos, engaños o malentendidos. Zazen, en sí mismo, corta esas condiciones.
Cuando estamos soñando, incluso si más tarde lo reconocemos como un sueño, mientras estamos soñando, es algo real. Esta noche es casi la misma que anoche, pero no puedes volver a la noche anterior. Puedes recordar cómo eras ayer, pero en este punto, no tenemos ayer. Ayer sólo dio tiempo y espacio para el ahora, para que podamos estar completamente en el tiempo presente. Datsu es la sucesión de instantes de hoy a mañana; el datsu de ahora es el momento siguiente. Este momento es el siguiente momento.
Esta es la forma en que nuestra vida pasa. Parece una filosofía de vida intuitiva y ordinaria. Cualquiera puede sentirlo: “¡Oh, cierto, cierto!” Por lo general, nadie presta una atención así, estar en el presente y ver y sentir que el ayer está detrás de nosotros como una cuerda. Estamos en la parte superior de la cuerda, o karma, y sigue y sigue tejiéndose.
Así que el año pasado alguien pudo haber dicho, “estás loco”, y pensaste que había algo de ello. Una fuerte impresión hace que la existencia irreal sea real y la existencia real sea irreal.
Shikantaza no es lo que generalmente pensamos, es verdaderamente un acto personal, porque sólo si uno decide sentarse, aparece. Sentarse no puede experimentarse completamente por la imaginación.
Shikantaza tiene una especie de tacto resbaladizo. Significa que es fácilmente escurridizo. Es bastante resbaladizo porque se relaciona con tu condición cotidiana. En cada sesión debes sentirlo sin la ayuda de nadie. No hay técnicos; no hay una vara de medir con la que evaluarlo. No hay forma de saber qué es o qué estás haciendo. Todo tipo de conceptualizaciones, ideas y esperanzas se desprenden y caen. No pueden permanecer en tu meditación.
Sentarse en el zafu (cojín) no es relajación, es el resultado de toda tu comprensión. Cada experiencia que has tenido se sienta allí cada vez.
Es algo muy serio. En caso contrario, te sientas porque te sientes bien y estás cómodo, y de vez en cuando sientes una sensación de éxtasis en tu cuerpo. Sientes calma, quietud, claridad y olvidas que hay personas hambrientas en esta tierra. Olvidas que hay muchas enfermedades que están matando gente. Si no observas eso en tu sentada, simplemente te estás refugiando en tu deseo. Sucede si confundes o limitas el enfoque de tu práctica de zazen.
Sentarse en shikantaza es el lugar en sí, y las cosas. La dinámica de todos los Budas está ahí. Cuando te sientas, el zafu está contigo. Si usas gafas, las gafas se sientan contigo. La ropa está contigo. La casa se sienta contigo. Las personas que se mueven afuera se sientan a tu lado. ¡Y no es que tomen la postura sentada!
Shikantaza no depende del intelecto humano. No es algo que puedas entender. Es indescriptible.
Decimos que el alcance de zazen está más allá de nuestro sistema de pensamiento o sensaciones. La creencia o la confianza no es lo que generalmente pensamos que es. Hacer shikantaza muestra una total confianza y creencia en él. Si explicas shikantaza, se convierte en algo que no entiendes, pero que puedes experimentar sentado con todo el universo, con la comprensión de que todo está allí, está allí contigo.
El zazen de Buda va mucho más allá de la pureza y la impureza, lo santo y lo impío. Está más allá de la sentada del Bodhisattva, que es infinita.
El zazen del Bodhisattva es como una semilla que nunca deja de florecer; siempre retorna.
