94. EXCURSIÓN A MEDIANOCHE
El maestro zen Sengai tenía muchos pupilos que estudiaban meditación.
Uno de ellos solía levantarse de noche, trepaba por la pared del templo y se iba a la ciudad a divertirse.
Una noche en que inspeccionó los dormitorios, Sengai vio que ese pupilo no estaba, y descubrió también el taburete que había utilizado para escalar la pared. Al percatarse de esto, Sengai lo quitó de su sitio y se colocó él en su lugar.
Cuando el monje volvió, como no sabía que Sengai era el taburete, puso su pie sobre la cabeza del maestro y saltó al suelo. Al descubrir lo que había hecho, se quedó horrorizado.
Sengai le dijo: «Hace mucho frío a esta hora de la mañana. Ten cuidado, no vayas a coger un resfriado».
El pupilo nunca más salió por la noche.