69. COMERSE LA CULPA
Un día, surgieron una serie de circunstancias que retrasaron la preparación de la cena de un maestro de soto zen, Fugai, y sus discípulos.
Corriendo, el cocinero salió al jardín con su cuchillo y cortó varias verduras verdes, las troceó y preparó una sopa, sin darse cuenta de que, en su apresuramiento, había incluido parte de una serpiente en las hortalizas.
Los seguidores de Fugai pensaron que nunca antes habían probado una sopa tan exquisita. Pero cuando el propio maestro encontró la cabeza de la serpiente en su cuenco, hizo llamar al cocinero. «¿Qué es esto?», preguntó, sujetando la cabeza del animal.
«Oh, gracias, maestro», replicó el cocinero tomando el bocado y comiéndoselo rápidamente.