miércoles, 10 de agosto de 2022

Issho Fujita

 


El poder de la sangha [por Issho Fujita]

Urabon-e (generalmente llamado Obon o simplemente Bon en japonés) es una costumbre budista japonesa para honrar a los difuntos espíritus de los antepasados de uno. “Urabon” (“e” significa asamblea) proviene originalmente de la palabra sánscrita“Ullambana”, que significa “colgar boca abajo”. Es una metáfora de un gran sufrimiento.
En la tradición Sotoshu, el elemento más importante de esta costumbre es una ceremonia llamada Sejiki-e (Asamblea de Ofrenda de Alimentos). Se lleva a cabo para hacer ofrendas no sólo a los propios antepasados sino también a los Tres Tesoros, y a todos los seres sintientes difuntos, particularmente seres en el Reino de los Espíritus Hambrientos.
El origen de esta ceremonia se basa en una historia de Maha Maudgalyayana (Mokuren), uno de los diez grandes discípulos del Buda. Se describe en el Sutra Ullambana. Este es un resumen de la historia,
Un día, durante el retiro de verano, Maudgalyayana utilizó sus poderes sobrenaturales para buscar a su madre fallecida. Para su asombro, descubrió que había caído en el Reino de los Espíritus Hambrientos y estaba soportando grandes aflicciones. Estaba experimentando sed y hambre extremos. Su hijo, Maudgalyayana, le ofreció agua y comida para aliviar su sufrimiento, pero se convirtían en llamas justo antes de que ella los tomase. Maudgalyayana se sentía impotente. Muy angustiado, fue hacia el Buda y le preguntó cómo podía liberar a su madre de esas penurias. Buda le dijo: «Haz ofrendas a todos los monjes que asisten a este retiro el último de los 90 días del retiro de verano (el día 15 del séptimo mes). Entonces tu madre podrá recibir una parte de esas ofrendas». Maudgalyayana hizo lo que le indicó el Buda y su madre pudo comer y beber y ser liberada del dolor de estar en el Reino de los Espíritus Hambrientos.
¿Qué podemos aprender de esta historia? Me gustaría señalar dos cosas. En primer lugar, en esta historia, Buda instruyó a Maudgalyayana para que hiciera ofrendas a la sangha (comunidad de practicantes) en este mismo mundo, en lugar de a su propia madre. Según la historia, su madre cayó en el Reino de los Espíritus Hambrientos porque su amor por su hijo la había cegado de la necesidad de los demás; era muy codiciosa y egoísta con todos, excepto con su hijo. Así que su hijo tuvo que practicar la generosidad en su lugar. Cuando al hacer esto él sintió una gran y profunda alegría, su madre, dentro de él, pudo también sentir la misma alegría y salvarse. De esta manera, Maudgalyayana aprendió experiencialmente el resultado kármico de la codicia egocéntrica y el poder de las ofrendas desinteresadas. En este sentido, su madre fue una gran maestra para él. Debe estar profundamente agradecido a su madre por esta importante lección. Si utilizamos el “poder sobrenatural” de mirar profundamente, podemos ser guiados incluso por personas fallecidas que viven en nuestro corazón.
En segundo lugar, su madre no fue salvada sólo por su hijo, ni por el Buda, sino por el poder de la práctica de la sangha. En la Declaración del Festival Bon de la Asamblea de Ofrenda de Alimentos, este punto está claramente expresado,
Las montañas del engaño son profundas en la oscuridad; la luz del sol y de la luna no las ilumina.
El océano del sufrimiento tiene olas imponentes; el poder de la sabiduría no puede hacer que lo atravieses.
La escalera de la sabiduría parece ser inútil; el bote de la compasión parece haber perdido su capacidad.
En cuanto a Brahma e Indra, no pueden hacer nada al respecto.
En cuanto a todos los Budas, incluso si acudieran a la escena, sus manos estarían atadas.
El Tathagata ideó un medio apropiado recurriendo al poderoso poder espiritual de la asamblea de monjes.
Maudgalyâyana salvó a su amada madre del más severo hambre e inanición.
Deberíamos respetar el poderoso poder espiritual de aquellos que han practicado juntos durante el retiro, que supera en gran medida el gran poder de la sabiduría de todos los Budas de los tres tiempos.
No te quepa duda que la suma de los méritos de la asamblea de monjes destruye al instante el conjunto de la ignorancia de los seres vivos que experimentan sufrimiento.
Como se mencionó anteriormente, estemos ordenados monjes o no, debemos valorar y tener fe en el “poderoso poder espiritual” de la Sangha Budista. Hagamos nuestro mejor esfuerzo para sacar a flote ese poder para ayudar a todos los seres sintientes que viven en la angustia.