miércoles, 10 de agosto de 2022

Alan Watts

 


Quizá el especial aroma del Zen consiste en tener algo de peculiarmente directo. En otras escuelas de Budismo el despertar o "bodhi" parece remoto y casi sobrehumano, algo que puede alcanzarse sólo tras muchas vidas de pacientes esfuerzos. En cambio, en el Zen existe siempre la sensación de que el despertar es algo muy natural, algo sorprendentemente obvio, que puede ocurrir en cualquier momento. Si implica alguna dificultad, es que resulta demasiado simple. El Zen es también directo en su manera de enseñar, porque apunta directa y abiertamente a la verdad sin perder el tiempo en símbolos. El acto de apuntar directamente (chih-chih) consiste en demostrar abiertamente lo que es el Zen mediante actos o palabras no simbólicos que a menudo al no iniciado le parecen referirse a los temas seculares más comunes, o completamente absurdos. En respuesta a una pregunta acerca del Budismo, el maestro hace una observación casual acerca del tiempo o realiza algún acto sencillo que no parece tener nada que ver con asuntos filosóficos o espirituales.

El camino del Zen.
Alan Watts