Recuerdo la época en que no tenía visión (satori), cada vez que oía la flauta mi corazón se afligía. Ahora no tengo sueños vanos en mi almohada, me limito a dejar que el flautista ejecute el son que le plazca.
(Fu, de T´ai-yüan. Ensayos Sobre Budismo Zen, del Dr. Suzuki).
