Mente Zen, Mente de Principiante
Lo importante en esa comprensión es saber observar bien y con libertad de pensamiento.
Tenemos que pensar y observar las cosas sin estancarnos. Debemos aceptar sin dificultad las cosas tal cual son. Nuestra mente debe ser lo suficientemente flexible y receptiva como para comprender las cosas tal cual son. Cuando nuestro pensar es flexible, se denomina pensar imperturbable. Este modo de pensar es siempre estable.
Se llama atención.
El pensar que está dividido en muchas formas no es el verdadero pensar. Nuestro pensar ha de basarse en la concentración. Eso es atención. Tenga o no objeto, la mente debe mantenerse estable, no dividida. Eso es zazén. No es necesario hacer un esfuerzo para pensar de cierta manera en particular.
El pensar no debe ser unilateral. Simplemente, se piensa con toda la mente y se ven las cosas tal como son, sin esfuerzo alguno. Simplemente, hay que ver y estar preparado para ver las cosas con toda la mente. Eso es la práctica del zazén. Cuando estamos preparados para pensar no tenemos necesidad de hacer un esfuerzo para lograrlo. Esto se llama atención. La atención es al mismo tiempo sabiduría. Por sabiduría no se entiende una facultad o filosofía en particular.
Sabiduría es la disposición y preparación de la mente. Así, pues, la sabiduría puede abarcar diversas filosofías y enseñanzas y distintas clases de investigación y estudios. Pero no debemos aferrarnos a cierta sabiduría en particular, por ejemplo, la que enseñaba Buda. La sabiduría no es algo que se aprende. La sabiduría es algo que proviene de la atención de cada uno.