Zen Do Por Raymond Thomas
Introducción a la vía del Zen
El budismo verdadero no concibe nada fuera de la relación, órganos de los sentidos - estados espirituales, o toda vía mejor tal como hemos visto: la sucesión, sensación, percepción, composición.
No puede existir un espíritu sin soporte, es decir materia, y es en la noción búdica del Karma, Ley de Causalidad, que tiene que buscar la idea de "renacimiento".
La idea fuerza desde el principio que no puede haber efectos sin causas. Veremos más adelante la explicación que el budismo propone al principio de renacimiento y en particular su teoría sobre el renacimiento de un ser humano. Digamos, por el momento, que la causa que provoca la renovación de la existencia es la energía vital que el moribundo transmite en el momento de su muerte. El pensamiento es energía, esta noción debe ser subrayada pues tiene gran importancia en el Zen.
Este mundo que nos rodea es una sucesión sin fin de fenómenos y de acontecimientos nunca idénticos en dos instantes diferentes. El cambio no sólo es la característica de nuestra propia naturaleza sino también de todo lo que nos rodea, todo es perpetuo devenir. Todo lo que ocurre es efecto de ciertas causas, pero también la causa de efectos por venir. Se puede, por consiguiente, considerar indiferentemente las cosas, sea cono efectos, sea como causas según se piense en el pasado o en el futuro. Una cosa compuesta y condicionada no puede ser perdurable en su propia entidad. Una cosa sumida en la Ley de Causalidad no puede ser permanente, por cuanto la materia está sometida a transformaciones y nuestro cuerpo es materia. Esta, por otro lado, es el producto de lo que ingerimos (carne, legumbres, minerales, líquidos, etcétera...) y en lo que se trata de nuestro espíritu, es pensamiento y cambia más rápidamente todavía.
"¿Luego, como encontrar en nosotros algo estable sobre lo cual se podría fundar el propio ‘YO’?"
"No hay ser estático, no hay substrato permanente, cambios y movimientos son las leyes del Universo. Todo está en estado de porvenir, de corriente perpetua."
"No se puede entrar dos veces en el mismo río, puesto que son aguas nuevas las que nos rodean a cada momento."
HERACLITO
"Malos testigos son para los hombres, los ojos y las orejas cuando las almas son bárbaras"
HERACLITO
