Recordemos que no es necesario hacer innumerables peticiones a las Tres Joyas ni a Buda Amitabha. Ellos son nuestros "padres espirituales". Rebosan sabiduría y compasión; como padres amorosos y atentos, ya conocen nuestras necesidades más profundas sin que tengamos que pedírselas constantemente.
La mejor manera de recibir sus bendiciones es ofrecerles nuestra práctica con sinceridad y constancia. Como niños, entreguémonos a ellos con el corazón abierto, y las bendiciones fluirán hacia nosotros de forma natural, como el néctar que colma nuestros deseos más auténticos, aquellos que más necesitamos.
Confiemos en su infinita sabiduría y dejemos que nuestra dedicación a la práctica hable por nosotros. Nuestra práctica es la mejor ofrenda que podemos depositar en nuestros altares. El resto —deseos, necesidades y necesidades— surgirá de forma natural; tenlo por seguro. Tomar refugio total y sinceramente también significa confiar en los objetos de refugio, con la certeza de que ellos saben lo que es mejor para nosotros 🙏