No es solo el fundador del budismo, sino también el símbolo de la realización del potencial humano. La figura del Buda representa la posibilidad de que cada individuo alcance la iluminación a través de su propia práctica e intuición. Reconocer al Buda como refugio significa aceptar la propia capacidad de transformación y crecimiento.
Pier Paolo Veneziani (Rev. Shen Yun)