Durante cuarenta y cinco años Buda dijo una y otra vez: "Sólo enseño el sufrimiento y cómo transformarlo". Cuando reconocemos y aceptamos nuestro propio sufrimiento, Buda -que significa el Buda en nuestro interior- lo observará, descubrirá qué es lo que lo ha causado, y prescribirá un curso de acción que lo transforme en paz, alegría y liberación. El sufrimiento es el medio que Buda utilizó para liberarse, y es también el medio con el cual podremos liberarnos.
El océano de sufrimiento es inmenso, pero si te vuelves podrás ver la tierra. La semilla de sufrimiento que hay en ti quizá sea vigorosa, pero no esperes a agotar todo el sufrimiento para poder ser feliz. Cuando un árbol del jardín cae enfermo, debes cuidarlo. Pero no pases por alto a los árboles sanos. Aunque tu corazón esté lleno de dolor puedes gozar de las maravillas de la vida: la bella puesta de sol, la sonrisa de un niño y la abundancia de flores y árboles. El sufrimiento no es lo único que existe, por favor, no te dejes encarcelar por tu propio sufrimiento.
Si alguna vez has experimentado mucha hambre, sabes que el disponer de comida es un milagro. Si has sufrido un intenso frío, conoces el valor del calor. Si has sufrido, sabes cómo apreciar los paradisíacos elementos que están presentes. Si sólo te fijas en tu sufrimiento, perderás el paraíso. No ignores tu sufrimiento, pero no te olvides tampoco de disfrutar de las maravillas de la vida, en beneficio tuyo y en el de todos los seres.
Fuente: El corazón de las enseñanzas de Buda - Thich Nhat Hanh