Los monjes con los que los maestros deben tratar hoy en día son generalmente tipos ignorantes, tercos y desmotivados que ni siquiera están dispuestos a sentarse a través de una sola varilla de incienso. Enseñan a estas personas y las cuidan junto con tierno cuidado.
Pero también podrían tomar una carga de cabezas de vaca muertas, alinearlas e intentar que coman hierba. Los maestros tontean, haciendo esto y tratando aquello, esforzándose por liberar a estos tipos de sí mismos. En cambio, terminan cargándolos con una enorme carga de mierda. Luego los sancionan, les dan excelentes certificados de iluminación y los sueltan sobre el mundo. La diferencia entre tales 'maestros' y sacerdotes como Ling-yu y Chih-kuan es una diferencia de lodo y nube.
- Hakuin
Zen Esencial