«La gente en el mundo vive hipnotizada: siempre les falta algo - en una palabra, siempre están buscando. Pero el sabio se despierta; prefiere la razón al hábito. Establece su mente en lo más alto y deja que el cuerpo cambie según el ritmo de las estaciones. Todos los fenómenos son vacuos, no contienen nada que valga la pena desear. Calamidad y Prosperidad se alternan todo el tiempo. Morar en los tres mundos es como habitar una casa que se incendia. Tener un cuerpo equivale a sufrir: ¿hay alguien con un cuerpo que conozca la paz? Los que comprenden este punto se desapegan de todo lo que existe y dejan de imaginar o buscar algo. Los sutras dicen: “Desear es sufrir; no desear es una bendición”. Cuando no buscas, estás en la Vía»
Bodhidharma