Deberíamos centrar nuestra atención solo en objetos sensoriales que nos conecten con archivos que produzcan formaciones mentales positivas como la libertad y la comodidad, la alegría, la fraternidad, la felicidad, el perdón y el amor. Es lo que se llama «atención apropiada». Cuando, por el contrario, nos centramos en objetos sensoriales que atraen imágenes y experiencias de dolor, tristeza, miedo o anhelo, se trata de atención inapropiada.
El entorno en el que vivimos y trabajamos desempeña un papel importante en esta práctica. Cuando elegimos entornos vitales y laborales saludables (y eso incluye lo que oímos, vemos, olemos y tocamos), éstos nos ayudan a estar en contacto con lo que es bello y saludable, tanto en nosotros como en el mundo, y nos alimentan, nos curan y nos transforman. Debemos hacer cuanto esté en nuestra mano para elegir —o crear— entornos saludables para nosotros, nuestros hijos y nuestros nietos.
Fuente: La paz está en tu interior - Thich Nhat Hanh